EL SELF
Cuando hablamos de Identidad nos referimos a la identidad individual y social, ya que estas no son realidades separadas, se constituyen mutuamente a través de aquello social, cultural e ideológico. La identidad es dinamica y tiene que ver con la imagen que tenemos de nuestro cuerpo, la relación con los demás y el como nos vemos a nosotros mismos. Pero la conciencia que tenemos de nosotros mismos depende directamente del lenguaje. Así, los conceptos que utilizamos para definirnos tienen asociadas de forma intrínseca connotaciones y valoraciones sociales fruto de la ideología dominante. Por medio de estos valores las ideologías, las normas sociales y la cultura intervienen y estructuran la forma como nos percibimos. Hay que tener presente que esta realidad construida narrativamente tiene efectos concretos y modela lo que hagamos y lo que sentimos.
La forma como entendemos la identidad depende directamente de la sociedad en la que vivimos, de la historia que nos han legado y de los grupos que han participado en su interpretación y narración. En el proceso de construcción de la identidad, las categorías sociales y la categoría grupal proporcionan identidad o posición social, operando como perspectiva de lectura y percepción de la realidad social. Nuestro cuerpo (biología), también juega un papel importante en la forma de como nos vemos y de cómo nos ven los otros: nuestra voz, apariencia física, los movimientos que utilizamos.
Teoría de la categorización social (Tajfel)
Cada categoría social implica un conjunto específico de roles, atributos, representaciones y percepciones sociales que igualan la persona al resto de integrantes del grupo, así, la categoría grupal proporciona una identidad y funciona como prisma de lectura y percepción de la realidad social que ente rodea
Teoría de la dramaturgia (Goffman)
Los roles (modelo organizado de comportamientos desprendido de la posición determinada de una persona dentro de un conjunto interaccional) intervienen en la configuración de la identidad, atendida la naturaleza relacional del yo y la interacción que podemos hacer de los roles que nos tocan. Goffman anota que las personas usamos unas técnicas para presentarnos delante de los otros de una manera aceptable socialmente. Son estrategias de interacción.
Cada sujeto, al interactuar en un establishment determinado y en una situación concreta, lleva a cabo una representación –performance– que está sujeta en un programa prefijado –rutina– y que está marcado por unos roles. La actuación de cada persona se combina con las actuaciones de las otras para formar un equipo y cooperar entre sí para la definición de la situación y para la representación de una rutina. Sus integrantes tienden a relacionarse entre si a través de vínculos de dependencia recíproca (cada cual tiene que confiar en la conducta correcta de los otros) y de familiaridad recíproca (son cómplices en el mantenimiento de una apariencia determinada). Así nos damos cuenta de la importancia que tienen los otros en la construcción de la identidad.
Perspectiva Psicoanalítica
La personalidad se considera construida mediante las experiencias personales que hemos tenido a través de las interacciones más significativas en la niñez. Considera que la historia individual se centra y se configura a partir de los procesos emocionales y que la personalidad es producida por una disociación y una desconexión entre el que nos pasa y el que pensamos, entre la motivación y la conciencia.
Perspectiva Fenomenológica
La perspectiva fenomenológica de la identidad, hace referencia a la experiencia subjetiva que tenemos del yo mediante la conciencia que tenemos del mundo que nos rodea y de nosotros como formando parte. Esta conciencia, con el sentimiento de agencia (capacidad de escoger entre varias alternativas) pueden hacernos suponer que podemos crear nuestro self, pero nuestras capacidades de escoger están bastante limitadas por las condiciones sociales en que vivimos, y en que hemos vivido a lo largo de la nuestra historia.
El Interaccionismo Simbólico
La identidad es constituida por las respuestas de los otros hacia un mismo y por las respuestas de un mismo hacia sí y hacia los otros, así, el IS piensa los individuos como manifestaciones o productos de las relaciones. Mead (1960) nos indica que el self depende de la interacción con los otros y del contexto donde se da esta interacción.
Características de la identidad:
- Es situada y múltiple. La identidad está situada en cada contexto y depende de él. La identidad se sitúa y cambia en función de las situaciones en que se manifiesta se crea de las interacciones.
- Es emergente y no preexiste a las relaciones, surge de la nada.
- Es recíproca por medio de las interacciones concretas nos definimos mutuamente. Ajustamos la imagen que los demás dan en nuestra manera de pensar y repercute en interacción con el otro, se reajusta y modifica.
- Es negociada por medio de ajustamientos sucesivos que construyen la significación compartida.
- La identidad es la causa y el resultado de la interacción social
Como observamos, las identidades pasan a ser construcciones sociales, proscritas o prescritas, de acuerdo con los intereses políticos de la orden social dominante. La definición y los contenidos que son asociados a las identidades de las personas en cada momento histórico siempre cumplen una función social e ideológica específicas.
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